HOLA A TODOS

Este blog se ha creado de forma secundaria al blog Adictos a la Escritura, para poder dar cabida a las publicaciones de aquellos miembros que carezcan de un lugar propio.

Un saludo

Sandra

jueves, 26 de julio de 2012

Juntos, revueltos y de aniversario -Autor Liliana Savoia-

De cristales y trompetas

…" Y las trompetas destruyeron la ciudad amurallada de Jericó"…

“... Y Dios creó a los cristales a su imagen y semejanza...”.


El útero era una burbuja encrespada. Millones de trapecios jaspeados y refulgentes envolvían la figura del niño de cristal.
En círculos perfectos comenzó a rodar la ladera bajo los guiños de un sol violento. La tarde imponía usencias de voces y sonidos. Los pájaros parecían haber emigrado hacia otras latitudes.
La matriz acristalada continuaba en su caída llevando al niño hacia abajo. Parecía una gigantesca tortuga marina que hubiera escondido su cabeza para no golpearla en los tumbos, pero que, a veces, se detenía, cambiaba de dirección, y otra vez rodaba y rodaba hasta detenerse para tomar un nuevo destino.
La pompa de cristal parecía conocer bien la región: una hondonada pintada de blanco y de negro por los haces desnudos de luz y la impertinencia de las sombras montañosas. El desierto se encontraba lejos del pueblo principal. Solo una extraña figura humana quebró la rutina del paisaje.
El extraño no advirtió el gesto de sorpresa del niño al descubrirlo. Su diminuto corazón irisado vibró, junto a la carga que llevaba sobre su minúsculo hombro transparente. Inmovilizado por la sorpresa de la enfoque de la esfera rodando hacia él, solo atinó a sacudirse una y otra vez el polvo que acumulaba su ropa después del largo viaje a pie. Había recorrido cientos de kilómetros en busca de respuestas, sin buenos resultados. Echó a andar, cuesta arriba al encuentro del glóbulo iridiscente. Sabía que esa era la respuesta a los interrogantes que lo acosaban desde su niñez. Una fuerza de atracción imposible de evitar lo impulsaba a ir hacia la esfera y el niño. El esfuerzo era inmenso para él, inversamente proporcional al niño que se acercaba ahora a velocidad vertiginosa hacia él. Esfera y extraño eran una sola visión en el paisaje árido.
En un momento epifánico, se escuchó un sonido de trompeta. El eco trajo resonancias bíblicas. Hombre, niño y esfera se unieron desde un golpe seco. El encuentro de sus cuerpos por el impacto desarrolló frecuencias únicas y justas que quebraron en miles de fragmentos la delgada coraza de cristal y la delicada piel del extraño. Un amasijo de vidrios, sangre y huesos rodó el resto de la ladera cenicienta, levantando tormentas de polvo. Melodías de trompetas acompañaban el descenso. Solo algunas lagartijas fueron testigos de la llegada al ras de las arenas y terrones grisáceos.
Más allá, en la distancia y el tiempo, en cada estante, en cada biblioteca, un libro se fragmentaba en minúsculos átomos de silicatos y de plomo. Las astillas se redujeron a arenas de silicio que refractaban lucecitas microscópicas. Nada quedó de la obra del historiad que en ese mismo instante comprobaba la hipótesis que lo había agitado toda su vida.
Un alarido de parto se escuchó multiplicado por el eco. Nacía un nuevo ser, una nueva historia. Tal vez, el recién nacido no sería historiador, sin embargo era seguro que sufriría la condena de poseer un corazón de cristal.
Las trompetas seguían anunciando la llegada del recién nacido.

Juntos, revueltos y de aniversario -Autor Rubenson-

Presidente del gobierno – genio de la lámpara

El PLAN KAZAM

Jamás nadie había sacado brillo con tanto ahínco, pensó su secretaria mirando atónita desde la otra habitación, mientras su jefe pasaba una y otra vez por delante de la puerta entornada del despacho. Y eso que desde allí no podía apreciar las gotas de sudor que le nacían en la frente, bajaban por ambas sienes y salvándolelas mejillasse le acumulaban en el mentón para, por fin, caer sobre la antiquísima lámpara de aceite que sostenía en su regazo yque evitaban que sefundiese, esta, con tanto frote que te frote. Una visión muy desagradable que ella, no como nosotros, se ahorró de ver.
Ya al borde del colapso, recordando que no había tenido que hacer tanto esfuerzo la otra vez, como por efecto de una bomba la habitación se llenó de humo que salió de la lámpara, la puerta se cerró de un portazo y todo quedó a oscuras. Tras una pausa dramática una luz rompió la cortina de humo negro dando pie a que apareciera, de forma torpemente espectacular, una figura entre antropomorfa y deformetan gigantesquerrimaque no debería haber cabido en aquella habitación.
-¡¡Yo, EL GRAN KAZAM estoy aquí para concederte 3 deseos!!- se tapó la boca con la mano mientras decía -Pide y se te concederá- en medio de un gran bostezo.
-Hombre que tal- le saludó el hombre con la lámpara en una mano, con la otra rascándose la nuca y mostrando la mejor de sus sonrisas nerviosa.
EL GRAN KAZAM, ojeroso, hacía caras en un titánico esfuerzo por reprimir otro bostezo que al final le obligó a desperezarse y soltar un gran¡¡buaaaaaarrrrrgggg!! Mientras preguntaba -¿Pero tú otra vez?
-Bueno desde la última vez las cosas no han ido demasiado bien.
-Tengo algo de sueño ¿Cuántos siglos han pasados?- preguntó algo desorientado.
-¿¿Siglos??
Con la respuesta del hombrecillo empezó a sospechar -¿¿Décadas??
-Mmm… yo… esto… el paro y la prima de riesgos por las nubes… no sabía…
-¿¿Cuánto tiempo ha pasado desde tus tres últimos deseos??
-Hoy es nuestro aniversario y pensé que… un año… y ya de paso…
El genio encolerizó, tenía un mal despertar y menos cuando había dormido lo que para él no llegaba ni a los cinco minutos, su cuerpo se cubrió con llamas y los humos que les envolvían se retiraron a gran distancia, quedándose ellos en lo que parecía una habitación montada en medio de la nada. Y el tipose aflojó el nudo de la corbata y tragó con fuerza, corrió hacia donde antes estaba la puerta de salida y comenzó a palpar en el aire sin dejar en ningún momento de sonreír.
-Yo había pensado en algo especial. Tenía una sorpresa por…
EL GRAN KAZAM hizo un gesto y la puerta y el marco aparecieron. Así que pudo agarrar el pomo y con gran alivio abrir la puerta.Entonces cayó de bruces la secretaria que había pegado la oreja, se levantó rápidamente totalmente colorada, gritó unos segundos después al creer comprender lo que veían sus ojos y salió corriendo.
-Por aquí, sígame por favor- dijo acompañando sus palabras con un gesto.
Atravesaron varias salas y hasta llegar a un gran comedor. Con grandes telas que colgaban del lejano techo, un gran espejo de época, cuadros que representaban grandes momentos de la historia, flores y cien detalles más, todos ellos colocados por un gusto más que exquisito y refinado, que ademáslo iluminó todocon la única ayuda de la luz de las velas. Todo ello pensado y requetepensado con el único y exclusivo fin de seducir y embaucarincluso a los corazones más fríos.En el centro de todo este entramado una pequeña mesa redonda con su mantel y su bajilla de alto copete rematadacon un par de rosas, y cerca de ella, oculto en las sombrastan solo a un violinista, para no romper el halo de intimidad.
El genio al ver aquello apago sus ánimos y recorrieron la distancia que les separaba hasta la mesa justo.Antes de sentarse el hombre le dijo -Puedes pedirle el tema que quieras, es buenísimo.
A lo que EL GRAN KAZAM le contesto –Tú a mí también.
Justo entonces, tras el gran espejo varios de los ministros lloraban y se abrazaban, lo habían conseguido, habían salvado al país, otra vez.

Juntos, revueltos y de aniversario -Autor MorganJ-

CONEXIÓN

Hace un año que descubrimos la verdad.
Que descubrimos la forma como estábamos conectados, lo importante que éramos (incluso sin habernos visto) el uno para el otro.
Hace un año que nos dimos cuenta lo mucho que dependíamos el uno del otro.
Como lo que tú hacías me inspiraba para crear algo que a su vez te inspiraba a ti para continuar haciendo las cosas que me inspiraban a mí para poder crear. Éramos como un ecosistema cerrado que subsistía únicamente con sus propios recursos.
Y todo sin conocernos, sin habernos visto nunca cara a cara, sin saber siquiera dónde vivíamos o nuestros verdaderos nombres.
Veía tus videos pornográficos, tus películas, las escenas explicitas y crudas, antes de sentarme a escribir. Cada día, siempre uno distinto que escogía de la carpeta que llevaba tu nombre y que contenía cientos de videos. Tenia que verlos, tenia que verte haciendo esas cosas, de lo contrario no lograba concentrarme y no podía darle vida a lo que a ti tanto te inspiraba.
Y tú, cada noche en la tranquilidad de tu apartamento y siempre antes de entrar a escena, siempre, tu ritual personal, leer mis líneas, un fragmento de algún cuento o novela que estuvieras leyendo o releyendo (releyendo mejor) porque ya lo habías leído todo una y otra vez y nunca te cansabas, siempre encontrabas algo nuevo que te inspirara y te ayudara a salir y demostrarle a la cámara que tú eras (eres) la más sensual y espectacular de todas las actrices porno que han sido filmadas alguna vez.
Y sin saberlo, sin quererlo reconocer, negándolo inconscientemente, te buscaba, buscaba encontrarte en alguna parte, de algún modo.
Y tú hacías lo mismo.
Hasta que llegó el día, ese día especial en la parte más imprevista de todas, la zona de comidas de la feria internacional del libro. Tú, con gafas oscuras, tomando un cappuccino y conversando con tu agente. Cuando te dejó sola, me acerqué y me paré frente a ti. Y me reconociste y viste que yo sabía quién eras y que también te andaba buscando. Y antes de que pudiéramos hablar mucho tu agente volvió y dijo que ya era hora, que la gente estaba haciendo fila (todos hombres) esperándote, esperando que les firmaras una copia de tu autobiografía y de alguno de tus últimos films. Y me llevaste aparte, me dijiste que te buscara dentro de dos horas y luego me agarraste de las solapas de mi abrigo y me dijiste que no se me fuera a ocurrir irme sin haberte buscado antes. Y yo dije que nunca, que allí estaría.
Y esa noche, más tarde, la mejor noche de mi vida, la mejor de nuestras vidas, es algo que ni puedo intentar describir sobre papel porque me tiembla la mano, el brazo, el cuerpo entero.
Hace un año.
Hace un año que descubrimos nuestra conexión.